Petrosinella de Basile. La Rapunzel napolitana

Giambattista Basile escribió la versión de Petrosinella en su colección de cuentos populares italianos titulada Il Pentamerone. La colección consta de cincuenta cuentos y se publicó por primera vez en Nápoles, Italia, en 1634, poco después de la muerte de Basile.

Petrosinella es uno de los cuentos más famosos de la colección y ha sido adaptado en varias ocasiones, incluyendo la popular versión de los hermanos Grimm, Rapunzel. La historia sigue a una joven llamada Petrosinella, quien es encerrada en una torre por una bruja malvada y es rescatada por un apuesto príncipe. La versión de Basile es conocida por sus detalles exagerados y su estilo humorístico, lo que la hace única entre las adaptaciones posteriores del cuento.

Petrosinella de Basile La Rapunzel Original
Petrosinella de Basile. La Rapunzel Original

Petrosinella de Giambattista Basile (1638)

Había una vez un rey que tenía una esposa que deseaba tener un hijo por encima de todo, pero no podía tenerlo. Después de varios años, finalmente la reina dio a luz a una niña, tan bella y encantadora que no se puede describir con palabras. El rey decidió hacerle un bautizo espléndido e invitó a todas las hadas que se encontraban en su reino para que cada una de ellas pudiera otorgar a la niña un valioso regalo.

Hubo muchas hadas que participaron en el bautizo, pero una de ellas, que era envidiosa y malvada, fue olvidada. Así que esta enfadada hada decidió vengarse y lanzó un terrible hechizo: dijo que cuando la niña cumpliera quince años, se pincharía con una rueca y moriría. Luego se fue, dejando a todos atónitos y asustados.

Todas las demás hadas se ofrecieron a atenuar la maldición tanto como fuera posible. Una de ellas decidió que, en lugar de morir, la niña dormiría durante cien años y sería despertada por el beso de un príncipe. El rey, por supuesto, estaba desesperado y ordenó que todas las ruecas del reino fueran quemadas. La niña creció sana y feliz, pero cuando cumplió quince años, encontró una vieja rueca.

Petrosinella, que nunca había visto una rueca antes, le preguntó a la anciana para qué servía. La vieja le explicó cómo funcionaba y, sin pensar en la maldición, Petrosinella se pinchó con el huso y cayó en un profundo sueño.

El rey, devastado, ordenó que su hija fuera colocada en una habitación en la parte más alta de una torre, donde nadie pudiera encontrarla. A medida que pasaban los años, la maleza y las espinas crecían alrededor de la torre, ocultándola del mundo.

Mientras tanto, un príncipe había oído hablar de la hermosa Petrosinella y decidió ir a buscarla. Viajó durante mucho tiempo hasta que finalmente llegó al lugar donde se encontraba la torre. Después de mucho esfuerzo, el príncipe logró escalar la maleza y llegó a la habitación donde estaba Petrosinella durmiendo.

Cuando la vio, quedó cautivado por su belleza y le dio un beso. Petrosinella despertó de su largo sueño y los dos se enamoraron al instante. Juntos, bajaron de la torre y vivieron felices para siempre.

FIN

(Esta es una adaptación libre y resumida del cuento original italiano de Basile)