Tipo de cuento: Leyenda
Cultura/Región: Etiopía
Tiempo de lectura: 3 minutos
Edad recomendada: +5
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Había una vez, en un reino bañado por el sol y bendecido con riqueza y sabiduría, una soberana conocida como Makeda, la Reina de Saba. Su belleza era tan resplandeciente como los amaneceres que bañaban sus tierras, y su inteligencia, tan profunda como los misterios del mundo.
Se decía que en su reino, las casas eran adornadas con oro y piedras preciosas, y que los secretos de la tierra y el cielo eran conocidos por todos sus súbditos. Pero Makeda buscaba más que la riqueza terrenal; anhelaba el conocimiento que unificaba los corazones y las mentes.
Un día, escuchó sobre un rey en una tierra lejana, un hombre cuya sabiduría causaba asombro en aquellos que lo conocían. Era Salomón, rey de Israel, un hombre bendecido con un entendimiento sin igual y una conexión divina que iluminaba su reinado.
Decidida a conocer a este rey de profunda sabiduría, Makeda emprendió un largo viaje cargado de incertidumbres. Atravesó desiertos vastos y montañas imponentes para llegar a Jerusalén, llevando consigo ricos regalos para demostrar su respeto y estatus.
En el momento en que Makeda y Salomón se encontraron, fue evidente que estaban unidos por un deseo común de comprensión y verdad. Pasaron días y noches discutiendo asuntos de estado, filosofía, y los misterios del Divino, impresionando uno al otro con su perspicacia y discernimiento.
Sin embargo, el tiempo pasó y Makeda tuvo que regresar a su tierra. Con ella se llevó no solo las riquezas de la comprensión y la promesa de una alianza, sino también, según algunos cuentos, un hijo, fruto de su unión con Salomón, que un día se convertiría en el fundador de una dinastía que reinaría en su tierra natal por generaciones.
Y así, la Reina de Saba no solo se convirtió en una figura de riqueza y poder, sino también en un eterno símbolo de la búsqueda de conocimiento, sabiduría, y conexión cultural y espiritual.

¿Qué sabemos de la Reina de Saba?
Makeda, conocida como la Reina de Saba, es una figura que trasciende la historia y la leyenda, con su narrativa entrelazada en las tradiciones religiosas y culturales de varias sociedades.
Aunque su historia exacta es difícil de determinar, se cree que reinó en Saba (Sheba), un antiguo reino que los historiadores sitúan en la región de Etiopía o Yemen modernos, en algún momento del primer milenio a.C.
La historia más conocida de la Reina de Saba se encuentra en textos bíblicos y coránicos, donde es reconocida por su encuentro significativo con el Rey Salomón. Este relato no solo destaca su riqueza y su belleza, sino también su profundo deseo de conocimiento y sabiduría, que la llevó a Jerusalén para probar la inteligencia de Salomón con enigmas y preguntas difíciles.
Además de estos relatos, su historia también se ha preservado en varias otras tradiciones:
- “Kebra Nagast” (La Gloria de los Reyes) – Etiopía: Este texto sagrado del siglo XIII de la tradición etíope contiene una de las versiones más detalladas de la historia de la Reina de Saba, a la que llama “Makeda”. Relata su viaje a Israel, su relación con Salomón, y la concepción de su hijo Menelik, quien se convierte en el fundador de la dinastía salomónica en Etiopía que, según se afirma, duró hasta el siglo XX.
- Tradición islámica: En el Corán, aunque su nombre no se menciona explícitamente, la Reina de Saba protagoniza una historia en la Surah An-Naml, que relata su encuentro con Salomón y su posterior conversión al monote