Patufet o Garbancito | Cuento popular catalán

Había una vez un matrimonio que deseaba mucho tener un hijo, pero por más que lo intentaban, no podían. Un día, para su sorpresa, nació un niño extremadamente pequeño, no más grande que un garbanzo. Decidieron llamarlo Patufet.

A pesar de su tamaño, Patufet era un niño muy valiente y siempre quería ayudar en las tareas de casa. Sin embargo, sus padres siempre estaban preocupados de que algo pudiera pasarle debido a su pequeñez.

Un día, la madre estaba haciendo la comida y se dio cuenta de que se le había acabado el azafrán. Garbancito le pidió ir a comprarlo él solo al mercado. Después de mucho insistir, la madre aceptó y le dió una moneda para ir a buscar azafrán. Así pues, Garbancito salió a la calle y se dirigió hacia la tienda, cargado con la moneda y cantando:

«¡Pachín, pachán, pachón,
mucho cuidado con lo que hacéis!
¡Pachín, pachán, pachón,
a Garbancito no piséis!»

Cuando llegó a la tienda, pidió el azafrán y el dependiente escuchaba una voz pero no veía a nadie vio una moneda que se movía en el suelo. Cogió la moneda y le dejó, a cambio, un poquito de azafrán.

Garbancito salió del mercado y se fue hacia su casa:

«¡Pachín, pachán, pachón,
mucho cuidado con lo que hacéis!
¡Pachín, pachán, pachón,
a Garbancito no piséis!»

La gente que iba por la calle alucinaba viendo un cucurucho de azafrán cantando por la calle.

Patufet llego a casa con el cucurucho de azafrán y ahora su madre le encargó llevar la comida a su padre que estaba trabajando en el campo.

Garbancito emprendió la marcha de nuevo cantando. De camino al campo, empezó a llover y se refugió debajo de una col. Con tan mala suerte que un buey que pastaba por allí, vio la col y se la comió. Y sin darse cuenta, también se tragó al pobre Garbancito.

Sus padres lo buscaron por todas partes. Y a pesar de estar en el estómago del buey, Patufet no perdió la esperanza y siguió cantando su canción. Cuando sus padres estaban cerca le escucharon y preguntaron:

— ¡¿Patufet, dónde estás?!
— ¡En la barriga del buey, que ni nieva ni llueve!

Los padres corrieron a socorrerlo. Le dieron de pastar al buey sin descanso hasta que el animal acumuló tantos gases ¡que expulsó a Garbancito!

Patufet, el cuento infantil catalán más popular

Patufet es uno de los cuentos más tradicionales y conocidos de la cultura catalana.

El folclore catalán, al igual que todas las tradiciones populares, es rico en narraciones que han pasado de generación en generación, moldeando la identidad cultural de la región. Entre todas estas historias, hay una que destaca por su simplicidad, encanto y mensaje: “Patufet”.

Esta narración, que puede ser comparada en popularidad con “Caperucita Roja” o “Hansel y Gretel” en otras culturas, ha sido contada innumerables veces a niños catalanes antes de dormir, siendo un pilar fundamental de la literatura infantil de Cataluña.

Como todos los cuentos populares, hay diferentes historias e infinitas variaciones que a su vez se entremezclan. En esta adaptación hemos incluído el episodio en el que Garbancito va a por azafrán y le hemos sumado el del buey y la col. Pero en algunos casos son historias separadas o hay diferentes matices, en vez de una col es otra verdura, en vez de un buey es un toro.

Lo mismo ocurre con las canciones. En una versión, Patufet iba cantando: “Patufet, ¿dónde estás? Con un sombrerito de saúco y una chaqueta de anís”.

Este cuento enseña varias lecciones, como la importancia de ser precavido, la valentía y el ingenio en situaciones adversas, y el amor y cuidado incondicional de la familia.