El zapatero y los duendes de los Hermanos Grimm

Había una vez un zapatero pobre que vivía solo. No le quedaba más que un poco de cuero para hacer un último par de zapatos, pero era tan pequeño que solo alcanzaba para una parte del zapato. Decidió cortarlo y, antes de acostarse, colocó las piezas de cuero sobre la mesa, con la intención de coserlas a la mañana siguiente.

Cuando el zapatero se levantó y se acercó a la mesa, se quedó asombrado al ver un par de zapatos perfectamente terminados. Eran los zapatos más hermosos que había visto en su vida. El zapatero se preguntaba quién podría haberlos hecho.

Pocos días después, un cliente rico entró en su tienda y quedó encantado con los zapatos. Los compró de inmediato por un precio generoso. El zapatero pudo comprar más cuero y suficiente comida para vivir cómodamente durante un tiempo.

La noche siguiente, el zapatero decidió quedarse despierto para descubrir quién estaba haciendo los zapatos. Justo a medianoche, vio dos duendes diminutos entrar sigilosamente en su taller. Eran dos criaturas pequeñas y encantadoras que trabajaban diligentemente en los zapatos.

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El zapatero observó en silencio mientras los duendes cosían y martillaban con destreza, convirtiendo el cuero en exquisitos zapatos. Estaba tan agradecido por su ayuda que decidió hacerles algo especial.

Esa misma noche, el zapatero y su esposa cosieron ropas nuevas y hermosas para los duendes. Cada detalle fue cuidadosamente elaborado, y eligieron los mejores materiales para expresar su gratitud.

Cuando los duendes regresaron al taller, encontraron las ropas y se llenaron de alegría. Rápidamente se quitaron sus harapos y se vistieron con las nuevas prendas. Bailaron y saltaron de felicidad, mostrando su agradecimiento al zapatero y su esposa.

Desde esa noche, los duendes ya no volvieron al taller del zapatero, pero este continuó prosperando en su negocio. Nunca olvidó la ayuda generosa de los duendes y la bondad que habían demostrado. El zapatero y su esposa vivieron felices y agradecidos por el resto de sus días.